Colgante piedra Ambar
El ámbar ayuda en la recuperación de los tejidos del cuerpo y también transmuta la energía negativa y potencia la positiva para una mejor recuperación de las enfermedades. Esto puede entenderse aun mejor con la herida de un árbol, de donde nace el ámbar. Cuando un árbol sufre una herida, este produce una sustancia líquida que cubre esa zona para protegerlo y curar ese daño. Esa sustancia líquida se endurece, convirtiéndose en una resina de color, con ciertas características sanadoras y curativas, las cuales se traspasan al organismo si usamos el ámbar. Tanto es así, que en la antigüedad muchos llevaban colgada esta piedra para prevenir enfermedades reumáticas.
Ayuda a aclarar y despejar la mente, estimulando el intelecto. Es un gran antidepresivo, ya que mantiene un estado mental positivo.
Su poder energético es tan alto que puede limpiar y sanar los chacras. Y su color amarillo-dorado está relacionado con el chacra del plexo solar, se ubica a la altura del estómago, por lo que el ámbar ayuda en todo lo que tenga relación con los problemas de digestión.
En los niños Magdalena Aldunate explica que los collares de esta resina ayuda a los niños, especialmente a los de entre 5 meses y 2 años, a calmar el dolor que produce la inflamación de las encías cuando aparecen los dientes.